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Llevar el control de un negocio
Llevar el control de un negocio, 6 pasos para conseguirlo
Hoy te contamos las claves para mantener a raya tu negocio.
Si bien nadie está libre del estrés, son aquellos a cargo de empresas más pequeñas quienes sufren más. Pese a ello, hasta quienes no son expertos en gestión y finanzas consiguen llevar el control de un negocio de forma aceptable. Pero se deben seguir ciertas reglas.
“La falta de planificación es uno de los causantes de la pérdida del control de un negocio, generando estrés y ansiedad por asuntos que podían evitarse”
A continuación 6 consejos para Llevar el control de un negocio.
Ver la Realidad
El primer paso para una administración alejada del estrés es no engañarse. Para ello es vital informarse sobre el negocio y el ambiente económico. Luego es importante establecer metas.

Planifica
Las metas son parte del proceso de planeación. Por esto la planificación debe tener un propósito, procesos, personas, asociaciones y placer.

Utilizar Capital porpio
Como el dinero de afuera cuesta caro, el consultor aconseja que idealmente se debe partir por usar el propio presupuesto o con parte del de los socios.
Controla el inventario
Es importante saber lo que el negocio ofrece de tal manera de controlar, incluso, hasta el stock que se posee. Tener un inventario es un buen sistema, que además permite tener todo controlado y bien organizado. Así se evita un dolor de cabeza a la hora de organizar las cuentas de la empresa.
Conoce a tu cliente
Un buen equipo de ventas puede disminuir la tensión, porque conociéndolos se logra saber los precios que esperan y lo que desean, en general, de la marca y del producto. Es crucial entonces rastrear los hábitos de consumo de los clientes.

Se líder de tu empresa
Si no se involucra lo necesario en la empresa para conocer todos los detalles puede ocurrir que otros tengan que tomar las decisiones. El consultor advierte que no se debe dejar que un empleado tenga mayor liderazgo que el empresario. La ética no se puede dejar de lado, se deben cumplir con las obligaciones legales, tributarias, mano de obra y comerciales. Detrás de una empresa no ética siempre hay alguien “estresado”.